jueves, 29 de octubre de 2009









ALINEACIÓN ENERGÉTICA A TRAVÉS DEL SONIDO, LA MÚSICA Y LA VOZ

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El verdadero objetivo del trabajo de equilibrio de chakras es convertir al cuerpo en un templo del espíritu.
El campo de energía sutil interactúa con nuestro cuerpo físico fluyendo a través de concentradas espirales de energía ( chakras)
Es vital que aprendamos a nutrir nuestros centros energéticos de forma adecuada.
Esto afecta directamente a nuestra salud física y amocional porque los chakras están relacionados con las glándulas endocrinas que regulan todo nuestro metabolismo y sistema nervioso simpático.
Carl Jung ( 1875/ 1961) sostenía que el estudio de la energía constituía un modelo para el desarrollo de la conciencia superior y para poder experimentar un conocimiento personal más profundo.
Para esto el individuo debía trascender su ego a través del autoconocimiento. Y acceder al inconciente resultaba vital para acceder a la armonía personal y crecimiento espiritual.
Quienes trabajan con los chakras saben que deben procurar mantenerlos limpios, activados y abiertos.
La tradicional localización de los chackras se corresponde con las posiciones y funciones de las glándulas del sistema edócrino y con las posiciones de los ganglios nerviosos situados a los largo de a columna.
Es fundamental que aprendamos a ver cuales son las energías que entran en juego dentro de nuestro cuerpo y de nuestras conductas y emociones.
Según el hinduismo y algunas culturas asiáticas, los chakrás son siete vórtices energéticos situados en los cuerpos sutiles del ser humano, llamados kāma rupa ('forma del deseo') o linga sharira (‘cuerpo simbólico’).


Localización de los siete chakrás en el cuerpo humano.


Su tarea es la recepción, acumulación, transformación y distribución del prana (‘aire’ dentro del cuerpo, que en Occidente no se considera aire sino una forma de energía invisible e inmensurable).
En la época actual ha surgido un creciente interés por los chakrás. En este movimiento apuntan una correspondencia entre la posición y rol de cada chakrá y aquellas de las glándulas del sistema endocrino.
Cuando hay momentos de fuerte intensidad emocional, el chakrá relacionado con la situación aumenta su actividad respondiendo con sensaciones de hormigueo, zumbido, a veces incluso de dolor. Podría decirse que son vórtices de energía localizados en el cuerpo asociados a funciones tanto biológicas como mentales y emocionales, que nos permiten interaccionar con la energía del entorno y la energía emocional tanto de los otros como con la propia.
Nuestros chakras no funcionan aislados unos de otros. La misma energía fluye a través de todos ellos, enlazándolos, entretejiéndolos juntos.

CADA UNO DE ESTOS CENTROS ENERGÉTICOS TIENE UNA VIBRACION Y UN SONIDO QUE LE DA IDENTIDAD.
EL OBJETIVO DE ESTE TRABAJO ES ALINEAR Y ABRIR NUESTRO CAUDAL ENERGÉTICO A TRAVES DE SONIDO.

Desde hace milenios el ser humano ha utilizado al sonido para obtener de él efectos sanadores y armonizadores, por medio del canto e instrumentos musicales.
El sonido es una de las manifestaciones más poderosas de la energía y el ser humano se encuentra especialmente predispuesto para recibir su influencia, tanto a nivel emocional como físico.¿Quién no ha experimentado una sensación de gozo y plenitud al escuchar las expresivas sonoridades del Himno a la alegría de Beethoven o se ha dejado llevar cadenciosamente por el ritmo de salsa cubana, el tango o el samba de Brasil?.
Un trueno en medio de la tormenta nos produce una sensación sobrecogedora mientras que el canto matinal de los pájaros nos invita a comenzar el día con un renovado bienestar.
La mencionada predisposición a las influencias del sonido encuentran una de sus principales causas en el hecho de que el ser humano desarrolla en primer lugar el sentido del oído en la quinta semana de gestación, mucho tiempo antes que los otros cuatro: olfato, vista, tacto y gusto.
Este hecho queda favorecido por la existencia de un medio intrauterino de naturaleza líquida. En efecto, el sonido viaja cinco veces más rápido en el agua que en el aire. Al parecer, la naturaleza ha dispuesto que allí donde el sonido deba transmitirse con rapidez y precisión sea el agua su mejor conductora, como ocurre en el oído interno donde el "órgano de Corti" se encuentra compuesto principalmente por dicho líquido elemento.
No es casual que nuestro organismo esté conformado por el mismo porcentaje de agua que posee la Tierra: 70% . Si el sonido posee tanta afinidad con el agua, y a su vez ésta se encuentra en tan elevada proporción en nuestro cuerpo, por lo tanto podemos llegar a explicar por qué un sonido puede producir en nosotros efectos emocionales y físicos de muy diferentes características, como relajarnos, entusiasmarnos o exaltarnos.
El físico alemán Ernst Chladni probó en el siglo XIX el efecto modificador que el sonido posee sobre la materia.
En nuestro siglo, el otorrinolaringólogo Tomati, descubrió que la música de Mozart estimula el desarrollo de las funciones cerebrales .Esto le permitió realizar avances muy importantes en el tratamiento de niños hipoacúsicos o con retrasos mentales.
En los años 90, un equipo de neurólogos estadounidense probó que el área temporal del cerebro es la responsable de crear en nosotros estados de éxtasis, trance o iluminación cuando se expone a la persona a sonidos rítmicos ejecutados por instrumentos de percusión.
Hace poco tiempo, el japonés Masaru Emoto probó de manera irrefutable y contundente por medio de extraordinarias fotografías como el sonido produce increíbles formas armoniosas en las moléculas de agua cuando ésta es expuesta a la música o a la oración, mientras que por el contrario, los ruidos, las palabras violentas o la música heavy rompen el equilibrio molecular del agua y entonces esas geometrías perfectas se transforman en figuras irregulares y deformes.
Lo mismo ocurre con “nuestra agua” interior.
Estamos expuestos permanentemente a ruidos y a vibraciones sonoras inarmónicas, no sólo desde el exterior. También nuestros pensamientos, cuando son negativos, se comportan como verdaderos ruidos que alteran el equilibrio de nuestro medio interno.
Si el agua altera su armonía, por lo tanto, todo el organismo es afectado no sólo a nivel material sino especialmente a nivel energético.
Hemos probado y comprobado en nuestra diaria experiencia clínica, llevada a cabo desde hace muchos años, que la música posee efectos realmente sanadores
Nuestro organismo se comporta como un instrumento musical. El estado de salud corresponde a procesos de afinación que permanentemente realiza la energía vital. Por el contrario, si una o más cuerdas de dicho instrumento se desafinan, lo que se produce es el mencionado desequilibrio, en una o más áreas determinadas, del funcionamiento de nuestro organismo. Si dicha desafinación perdura, el desequilibrio pasará a manifestarse bajo la forma de trastornos lesionales.
La forma de restituir dicho equilibrio es a través de una reafinación, por medio, en este caso, de vibraciones sonoras que transmitan la correcta información al sistema para que este recupere las vibraciones óptimas correspondientes.


EL 5 CHAKRA SERA LA HERRAMIENTA PARA ESTE TRABAJO

Vishudda o Chakra Garganta o Faríngeo se relaciona con la comunicación y el crecimiento; siendo el crecimiento una forma de expresión. Este chakra se paralela con la glándula tiroides, una glándula en la garganta, que produce distintas hormonas, responsables del crecimiento y el desarrollo.
Este es el centro del habla y la comunicación, están relacionados en este centro la garganta y el oído. AQUELLO QUE SALE Y AQUELLO QUE INGRESA. DIGO/ ESCUCHO/ DIGO = COMUNICACIÓN
A través del 5ª CHAKRA se materializan los pensamientos.
Podemos utilizar este centro energético para sanar nuestro cuerpo y espíritu o dejarlo cerrado y secarnos por dentro.
Aprendamos a utilizar nuestras herramientas de comunicación. EL SER HUMANO ES EL UNICO SER QUE TIENE PALABRA Y PUEDE UTILIZAR HERRAMIENTAS…


ALINEAREMOS NUESTRA ENERGIA ENTRANDO EN UN PLACENTERO JUEGO CON LA MUSICA, EL SONIDO Y LA VOZ.


Todos absorbemos energía y transformamos la misma según los efectos de como vivimos.
El hombre absorbe energía a través de chakras que son como receptores que absorben vida y la derraman por la columna vertebral.
La energía entra por el chakra, se absorbe, pasa por el sistema circulatorio al sistema endocrino, a las glándulas, sangre y a todo el cuerpo.
Si absorbemos energía nuestro organismo funciona bien.
Al enfermar no se absorbe energía, el cuerpo pide más, no hay y la saca de cualquier parte. Esto genera un desequilibrio en los diferentes chakras. Por tal motivo, es fundamental tener el sistema nervioso en armonía, pues este distribuye la energía por todo el cuerpo.
Al estar en armonía, cada chakra absorbe la energía que necesita.


NOSOTROS SOMOS RESPONSABLES DE NUESTRAS PROPIAS EMOCIONES Y DE NUESTRA SALUD